domingo, 25 de abril de 2010

Alcoholismo juvenil: La mirada de Herbert Blumer



¿Qué diría Herbert Blumer?



El alcoholismo es de todas maneras un problema social. Se ha detectado que la ingesta de alcohol en los jóvenes chilenos aumenta cada día más a medida que aumentan los problemas de esta índole, principalmente los conflictos familiares y los conflictos en la educación.


Las ciencias sociales, desde un paradigma interpretativo, es decir, que interpreta los fenómenos sociales y el hombre en su interacción social, no sólo los explicándolos, parece ser una vía más efectiva para lograr acercarse al fenómeno del alcoholismo.


Bajo esta perspectiva, el investigador y el objeto de investigación interactúan y se influyen mutuamente. Lo anterior parece pertinente a la hora de hablar del alcohol y sus efectos en las personas; el alcoholismo sólo puede ser explicado bajo una mirada holística.



Llevando este problema a un contexto escolarizado, podríamos explicar el alcoholismo desde su perspectiva social bajo los planteamientos del sociólogo Herbert Blumer (1900- 1987). Analicemos básicamente, sus tres ideas que fundamentan la interpretación de la realidad social, relacionando cada punto con el alcoholismo en un contexto educativo.



1. Las conductas de los individuos están sujetas al significado que tengan las cosas: El alcohol es una “droga legalizada”. Todos sabemos que el estigma de “droga” es muy potente, sin embargo no es considerado como tal en Chile. Los productores, en un afán de poder económico, no informan los riesgos de su consumo ni los severos daños a la salud que el alcohol producen. La publicidad crea una imagen buena del alcohol, apuntándolo como una ayuda indispensable al momento de socializar y pasarlo bien. Los individuos (jóvenes y escolares) están inmersos en ese contexto; el significado del alcohol no se relaciona directamente como algo maligno, sino todo lo contrario.



2. Lo que signifiquen las cosas para el sujeto depende de su interacción social con otros actores de su entorno: Los jóvenes más populares y aceptados socialmente, son aquellos que se atreven a experimentar y a tomar riesgos. Además son aquellos que toman sus propias decisiones y rompen reglas y esquemas. A pesar de que muchas veces un joven no quiera tomar, será incentivado por otro para que sí lo haga. De esta manera el joven adquiere posición y aceptación social. Así es como se comienza el proceso hacia una alcoholización.



3. Los significados dependen de la experiencia social del sujeto: Si un joven ha tenido experiencias traumáticas con respecto al alcohol, la perspectiva que tenga de este se verá marcada y fuertemente influenciada por esa experiencia. Por ejemplo: Felipe, de 18 años, iba manejando en estado de ebriedad. Se pasó una señal de pare y chocó contra un auto, en el cual iban dos personas que resultaron muertas por el hecho. Felipe quedó en coma por un año. A partir de entonces no toma más alcohol, a pesar de cualquier presión social por hacerlo, que se ve opacada de todas formas después de que Felipe cuenta su experiencia a otros.



Links:


www.elangelo.com.ar/.../blumer-la%20sociedad%20como%20interaccion%20simbolica


Educación en una sociedad alcoholizada.

Educación en tiempos de una sociedad alcoholizada

“El alcohol es una droga con la que aprendimos a convivir en la sociedad occidental. Sin embargo, en los últimos años la población más joven ha roto esa capacidad de control del consumo de alcohol y lo que era un hábito controlado por parte del consumidor se ha convertido en un consumo desbordado y concentrado en los fines de semana” (1)

Decir que Chile es un país bebedor no es ninguna novedad y aunque es difícil medir el grado de alcoholismo (2) en los jóvenes estadísticamente, su consumo ha aumentado en un 300% desde la década del 50. Y si en esa época había una mujer bebedora por cada diez hombres, ahora es una por cada cinco.

Tampoco es inusual ver programas, documentales, noticias y reportajes por televisión que hablen del alcoholismo entre los jóvenes, mostrando como niños y niñas beben en los balnearios populares, a la salida de alguna discoteque de moda o en la vía pública. Los televidentes pueden incluso reconocer a algún amigo suyo en las imágenes (“¡Oh!... ¡cáchate, ese es el Pelao!, etc.”). Así de común es el tema del alcohol en las vidas diarias de los jóvenes. La publicidad de alcohol muestra un mundo maravillosamente atractivo. El trago relaja, alegra, alivia angustias y cansancio: es la varita mágica para pasarlo bien y tener éxito. También se asocia el tomarse un trago con celebraciones y situaciones agradables de la familia.

No es raro escuchar acerca del rol de los padres y de su falta de límites y poca participación en la crianza exitosa de sus hijos que los aleje del alcohol.

Finalmente el hecho más concreto y palpable, más allá de todo lo anterior, es que el alcohol es altamente dañino, afectando con su ingesta a casi todos los órganos del cuerpo. En los jóvenes produce además, por su inmadurez racional y de control, distorsiones de la conducta derivadas en violencia y desinhibición sexual (3).

¿De qué manera los profesores y la comunidad escolar, pueden enfrentar este tema de manera de manera efectiva, proporcionando a los estudiantes conocimientos y herramientas que los alejen de conductas nocivas relacionadas al alcoholismo?

El alcohol es un tema cuya correcta orientación e información no depende exclusivamente de los padres y la familia. Las escuelas juegan un papel determinante en la tarea de educar acerca del alcohol y los problemas que pueden acarrearse, y aunque esto es sabido, los medios de comunicación no lo mencionan y en las escuelas los programas que se implementan no están teniendo los resultados esperados.

Tener en cuenta cuestiones científicas y respaldos teóricos influyentes, son de gran ayuda a los profesores a la hora de tocar el tema con los alumnos. Por ejemplo, rescatar el aporte teórico de pensadores como Blumer, o Bourdieu, quienes plantean a la sociedad y sus acciones como factor determinante en la influencia de las conductas de los otros. Tener verdadero conocimiento del alcoholismo, en todas sus dimensiones, otorgan al profesor la seguridad y autoridad pertinentes para ser verdaderos referentes de sus alumnos, no sólo meros repetidores de información y cuestiones ya escuchadas en todas partes y poco valoradas por los estudiantes.

Links:

(1) http://www.oei.es/valores2/monografias/monografia04/vivencia03.htm

(2) www.ferato.com/wiki/index.php/Alcoholismo

(3) www.pediatraldia.cl/chile_alcoholizado.htm